¿Habéis oído hablar alguna vez de San Cristóbal? ¿Sabéis de quién es Patrón? San Cristóbal se ha convertido en la imagen y patrón de los taxistas. En el post de hoy os vamos a contar su historia y la leyenda que le dio lugar a convertirse en alguien especial, así que si te interesa, sigue leyendo.
Cuenta la leyenda que todo comenzó en el S. XIII, con un hombre llamado Reprobus, al que más tarde se conoció como Cristóbal. Era muy grande y corpulento, medía unos 2’3 m de altura y tenía una cara aterradora.
Tras acabar de servir en el reino de Canaan, decidió irse a servir al rey con la reputación de más grandioso. Pero cuando le conoció, se dio cuenta de que ese rey se santiguaba no ante Dios, sino ante el mismísimo diablo. Eso le hizo pensar que era porque le tenía miedo, por ello partió en busca del diablo.
Durante todo el camino se encontró con una banda de delincuentes, de los cuales uno declaró ser el diablo. Cristóbal le creyó y determinó que le iba a servir a él. Poco a poco se percató de que su nuevo amor se apartaba de la cruz y el pensaba que era porque tenía miedo de Cristo. Le dejó, y se fue por ahí en busca de más gente para preguntarles que donde estaba Cristo.
Mientras llevaba a cabo la búsqueda, conoció a un ermitaño, que le instruyó en la fe cristiana. Cristóbal se preguntaba así mismo una y otra vez que como podía hacer para servir a Cristo. El ermitaño le sugirió que se fustigara y rezase, pero Cristóbal replicó y se negó diciendo que él no estaba dispuesto a hacer eso. El ermitaño entonces le sugirió que al tener un cuerpo tan grande y fuerte, podría servir a Cristo ayudando a cruzar a la gente el río más peligroso (en aquella época no había puentes y la gente al cruzar los ríos fallecían en el intento). Cristóbal no estaba muy convencido pero el ermitaño le prometió que ese trabajo complacería a Cristo.
Pasado un tiempo, Cristóbal seguía en el río prestando ese servicio. Un día un niño pequeño le pidió que le cruzara. Durante la travesía, el río creció y el niño parecía muy pesado, de tal manera que apenas le podía llevar. Cuando al final llegaron, Cristóbal le dijo al niño: «Tú me has puesto en el mayor peligro. No creo que ni el mundo entero sea tan pesado en mis hombros como lo has sido tú«. A lo que el niño le respondió: «Tú no solo has tenido en tus hombros el peso del mundo, sino al hombre que lo creó. Yo soy Cristo, tu rey, a quien tu has servido en este oficio«. Al acabar de hablar, el niño se desvaneció.
Posteriormente, Cristóbal fue a Licia, donde unos cristianos que fueron martirizados, le acogieron. Mas tarde fue llevado ante el rey local, este le pidió realizar sacrificios a los dioses peganos, pero se negó. El rey intentó ganárselo con riquezas y enviándole a dos mujeres para tentarlo. Cristóbal convirtió a las dos mujeres al cristianismo, como ya había convertido a cientos en la ciudad. Así el rey ordenó matarlo. Y tras varios intentos fallidos, Cristóbal fue decapitado.
Por toda esta historia, San Cristóbal es el Santo Patrón de los taxistas. Su fiesta es el 10 de Julio, aunque no tiene fecha de beatificación. Escenifica como la conciencia de responsabilidad de todos los conductores, como un «ángel de la guarda».
¿Conocíais la historia?